lunes, 5 de octubre de 2015

"Fieles Adicciones". Capítulo 9

¡Hola mis lectores!

¿Qué tal estáis? ¿Haciendo preparativos para Halloween? Jejejeje...

Por mi parte os puedo decir que no habrá extra de Halloween ya que no se me da muy bien escribir historias de terror (ohhhhhhh), pero sí que estoy acabando de escribir una historia para Navidad, que será de descarga gratuita. Como adelanto es una historia entre la diversión y el drama jejejejeje. Y no os digo más.

Y ahora, mientras hacéis calabazas y escogéis disfraces que puedan dar a alguien un infarto al abrir la puerta y decir "truco o trato" y esperáis esas historias que desde algunos blogs nos deleitan con escenas llenas de terror pero pasión a la vez, os traigo una nueva actualización de "Fieles adicciones".

Espero que os guste

Con cariño 
EmiRose


ADVERTENCIA: En este capítulo hay escenas sexuales explícitas H/H (o en ingles M/M). Libro destinado SÓLO para adultos. Puede vulnerar la sensibilidad de algunos lectores. Así que si estás entre los mencionados, por favor, no sigas leyendo.







Todos los derechos reservados. All rights reserved.


SINOPSIS

Kyle tiene muchas adicciones, y algunas de ellas son los hombres. ¿Conseguirá tenerlas todas o se atragantará por el camino? Su vida y su pasado podrían impedírselo, pero tal vez tener una vida llena de ellas sea posible, sobretodo si son esas fieles adicciones que pueden curar su alma.

Si te apetece también lo puedes leer en: 




CAPÍTULO 9. CONFUSIÓN, CONFUSIÓN, CONFUSIÓN, DECISIÓN

Hoy es tan normal como si no hubiera pasado nada. Los dos días anteriores, tuve el sexo más alucinante de mi vida y con tres personas diferentes, pero aquí sigo, en mi trabajo, codo con codo con Evan y como si solo me hubiera mandado hacer un recado más. No dice nada al respecto.

Y por si fuera poco, Nate tampoco dice nada. Se ha pasado por aquí, y como si yo fuera otra persona más, como si su polla no hubiera estado metida en mi culo.

Y si hablamos de Sam, no digo nada. No ha aparecido por la puerta. Ni siquiera me ha llamado para preguntar un simple “¿cómo estás?”. Pues, ¿sabéis que os digo? Que se vayan a la mierda. Los tres.

Creo que como ven que estoy esperando su reacción, pues ellos la dejan en falta. Pues ahí va. Voy a hacer como ellos. No les voy a dar ni la hora, a ver si aprenden.

Llevo varias semanas de relación con los tres. Y los tres saben que me veo a cada uno de ellos. Lo más extraño es que a ninguno de ellos le importa, mientras me tengan para sí. Pero estoy cansado. Estoy cansado de solo ser un culo para follar. Creo que me aprecian y se preocupan por mí, pero no me quieren. No me quieren para tener una relación abierta conmigo. Ni siquiera he salido a cenar con alguno de ellos. Sam lo esconde de la policía porque podría perder su puesto de guardaespaldas conmigo. Evan supongo que lo esconde por la política de la empresa. Y Nate, lo esconde porque... no sé porqué. Tengo tres magníficos hombres a los que llamo adicciones, y simplemente quiero más.

Los voy a reunir a los tres y les voy a decir que se acabó, sencillamente porque nunca comenzó. Aunque creo que se piensan que vamos a tener sexo grupal. Tal vez lo haga antes de decirles adiós, así sabrán lo que se han perdido por no amarme como deberían haber hecho.

Decido enviarle un mensaje a cada uno para que vengan a mi casa, advirtiéndoles que van a estar los tres y que vamos a hablar, pero sus respuestas también a través del teléfono me hacen pensar que creen que vamos a hacer algo más que hablar.

Los tres llegan a la misma hora, con cara de pocos amigos, pero ninguno se amedrenta para darme un beso delante de los otros. Y veo que realmente sí lo piensan, que vamos a tener sexo los tres. Pues bueno, a eso voy. No digo nada. Estoy serio. A ver a dónde me lleva todo esto.

— ¿Seguro que quieres esto? —Pregunta Sam 
¿Si quiero, el qué? —Pregunto frunciendo el entrecejo.
— Oye... no te enfades, que fuiste tú el que nos has llamado a los tres al mismo tiempo, ahora asume las consecuencias —me dice Evan.
— Es que no sé a que se refiere Sam... os he reunido aquí porque quería hablar con vosotros, pero veo que no pensáis que sea así, ¿no? —digo con tono irónico, pero veo en sus caras que no convenzo a nadie de lo que digo.
— Acabemos con esto —dice Nate que hasta ahora había permanecido callado y se quita la ropa.

Veo que los demás le siguen y hacen lo mismo. Los tres vienen hacia mí, y empiezan a manosearme, mientras nos vamos dirigiendo hacia mi habitación. Allí me tumban en la cama y las caricias siguen. Me alegro de que me acaricien pero mi alma se llena de decepción. Me dejo hacer. Dejo que me desnuden, que me toquen. Hay seis manos recorriendo mi cuerpo, y bloqueo mi mente para no pensar más allá. Solo voy a sentirles por última vez. Pero ni siquiera puedo tener las caricias que deseo, ya que ni siquiera tienen la reverencia de los juegos previos. Nate me ha puesto su polla en la boca, y empiezo a chuparla con frenesí, quiero que se corra lo antes posible. Entonces siento la lengua de Sam mientras lame en mi eje, y por el rabillo del ojo veo que efectivamente es él, el que me está comiendo la polla, y al mirarlo de frente empieza a trabajar con más ahínco, chupando y chupando mientras se hace una paja. Evan está metiendo su polla ya lubricada dentro de mi cuerpo, y empieza un movimiento de vaivén, sin siquiera haberse tomado la molestia de estirarme antes. Todo mi cuerpo está completo. Los tres complaciéndose, pero no complaciéndome. Ni siquiera cambian de posición. Siguen y siguen hasta que se han corrido, y hasta que ven que yo también estoy satisfecho cuando salpico mi esperma en la boca de Sam. Los tres se levantan y me dejan ahí, en la cama, solo, como siempre. Cierro los ojos y pienso. Ni siquiera cuando me vendía, me había sentido así. Como una mierda. Una puta. Se acabó. Cuando abro los ojos, veo a los tres que ya tienen sus ropas en las manos, que ni siquiera me miran, vistiéndose sin decir palabra. Me levanto, y voy al lavabo. Cuando salgo están los tres a punto de salir por la puerta del dormitorio, así que decido paralizarlos, dando un portazo con la puerta del baño.

— No os vayáis porque tengo que hablar con los tres. Ahora, en el comedor —No les doy tiempo a discutir. Me adelanto a ellos y les espero de pie.
— Quiero me oigáis, y no digáis nada, ¿de acuerdo? —Veo a los tres mientras se sientan uno al lado del otro en el sofá y me observan fijamente, sin siquiera mirarse entre ellos. Creo que no se atreven a decir palabra, porque no me habían visto enfadado nunca. — ¿Sabéis? Yo no había planeado esto, ni por asomo. No quería sentirme atraído por tres personas. Había fantaseado y eso, pero entre fantasear y hacerse realidad.... La verdad, en un principio no me sentía muy bien con esto porque creía que os estaba engañando pero os lo dije a los tres y todos estuvisteis de acuerdo, ¿no?

Los tres asienten con la cabeza, sin decir nada, supongo que esperando para ver dónde va esta conversación.

— Pero esto se ha convertido en algo que no quiero. —Les veo agitarse y que intentan decir algo pero les interrumpo. — No habléis, no es todo lo que tengo que decir. Al principio, cuando empezamos a tener sexo, me dije a mí mismo, oye, quieren follar conmigo y me gusta, se preocupan por mí, y tal vez me quieren un poco, tal como yo los quiero.

Ahora veía las caras de asombro de los tres. Y ahí es cuando me doy cuenta de que realmente no me quieren, que solo soy un culo para follar.

— Dios, veo que me equivocado realmente con los tres. Ninguno de vosotros me quiere ni me ha querido jamás. Solo han visto un puto, que seguía siendo un puto a pesar de querer volver a su vida real —digo con enfado.
— ¡Eso no es verdad! Joder Kyle, te considero mi pareja, aunque te veas con estos dos —dice Sam poniéndose de pie de golpe y señalando a los otros que todavía permanecen sentados con caras incrédulas.
— Sam, siéntate —le advierto y me hace caso.— Quiero deciros cuatro cosas. Sam, no me consideras tu pareja, y ninguno de los tres lo habéis considerado. Sencillamente venís, me folláis y ya. Ni siquiera os habéis quedado alguna que otra noche, toda la noche entera. No hemos tenido ninguna conversación seria. No he salido a ningún lado con vosotros. No sé nada de vuestras vidas. Os juro que después de la vida que he tenido, nunca me había sentido tan puta como ahora.

La cara de los tres están llenas de horror. Tal vez sí que les importo un poco o tal vez los estoy hiriendo pero creo que se lo merecen por ser tan gilipollas. Y doy mi golpe final.

— Se acabó. Se acabó para los tres. No quiero volver a veros. No quiero que os acerquéis a mí. No quiero nada. Si me veis, me ignoráis, ¿lo comprendéis? —Digo muy serio.
— No puedes hacer esto, no puedo hablar por los demás, pero yo te quiero. Nunca ha sido mi intención que te sintieras así, y tampoco creo que fuera la intención de Nate ni de Evan. Cada vez que he venido, no he querido dejarte, pero creo que eres tú el que nos has echado de tu lado, siempre sin decir palabra, y no quería ser un lastre para ti —dice Sam de nuevo.
— Mira Sam, me lo podrías haber dicho, pero ya es tarde, ya he tomado mi decisión —dije firmemente.
— ¿Te has olvidado que soy tu guardaespaldas?
— He hablado con tus superiores. He pedido que te releven de una situación que era insoportable para ti, y no te preocupes, que no he dicho una mierda de nuestra relación —dije ya enfadado.
— ¿Es eso lo que quieres? Muy bien, pues que así sea —me dice Sam más enfadado todavía.
— Espera Sam, no podemos dejar que crea que no le queremos. Por favor Kyle, no sabes lo que hemos pasado, has estado con los tres a la vez, haciendo que cada vez nos sintiéramos mal porque ninguno de nosotros te podía dar lo que tú querías, que era a los tres. No tenías suficiente con que fuera uno de nosotros. Nos hemos sentido celosos los unos de los otros, y sinceramente, tú eres el único que ha salido ganando. Tienes a tres hombres enamorados de ti hasta las trancas, y encima nos dices que no te queremos —dijo Evan mirando alternativamente entre Sam y yo.
— Por favor, Kyle, vamos a hacer que esto funcione. Podemos intentar establecer una relación entre los cuatro, a ver si podemos querernos los unos a los otros. Esa sería la solución más fácil —se atrevió a decir Nate tanteando a Sam y a Evan.
— No. Lo he decidido. Se acabó. Mirad, sé que yo empecé esto, y de verdad ya sé que tengo la culpa de no haber sabido llevarlo bien, pero no puedo más. Ver como cada día, me follábais sin decir una palabra, sin afecto, sin nada, a escondidas de todo el mundo. ¡Dios! Solo quiero una vida normal, y con vosotros tres no la voy a tener. Así que, por favor, solo os pido, que respetéis mi decisión, os lo pido por favor —El final ya era un ruego.

Ahora no sé dónde estoy. Mi cabeza va a explotar. Yo pienso que no me quieren y ellos dicen que sí, pero hasta ahora no me lo han demostrado. Tengo que seguir con mi plan.

Sam ya no dice una palabra. Se acerca a la puerta de entrada, me vuelve y me mira antes de irse. Evan y Nate se miran entre sí, asienten, y se levantan. Tampoco dicen nada, y ni siquiera miran hacia atrás cuando cierran la puerta de mi casa.


Ahora mi soledad me abruma.

¿Qué pasará ahora con Kyle? ¿Qué harán Sam, Nate y Evan? ¿Alguno de ellos tres intentará recuperarlo? ¿O lo intentarán los tres? ¿Realmente Kyle está enamorado de los tres o simplemente son adicciones?
Continuará...

¡NOS VEMOS PRONTO, MIS LECTORES!


6 comentarios:

  1. Muchas gracias, me gusta mucho. Que ganas del próximo capítulo.
    Un buen inicio de semana. Besos

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  2. ...er...bueno, gracias por el capi, buen inicio de semana Emi, besosss

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    1. Lu, el er ese significa que no te ha gustado??? jajajaja... Me lo puedes decir que así aprendo y puedo mejorar la historia!!!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Me ha gustado mucho,y ahora a esperar el proximo. Un saludo

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  5. Hola, muy bueno el capitulo, que bueno que Kyle se puso firme en su decision y les canto sus tres verdades. Un abrazote y que tengas un grandioso fin de semana.

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