¿Qué tal estáis? ¿Haciendo preparativos para Halloween? Jejejeje...
Por mi parte os puedo decir que no habrá extra de Halloween ya que no se me da muy bien escribir historias de terror (ohhhhhhh), pero sí que estoy acabando de escribir una historia para Navidad, que será de descarga gratuita. Como adelanto es una historia entre la diversión y el drama jejejejeje. Y no os digo más.
Y ahora, mientras hacéis calabazas y escogéis disfraces que puedan dar a alguien un infarto al abrir la puerta y decir "truco o trato" y esperáis esas historias que desde algunos blogs nos deleitan con escenas llenas de terror pero pasión a la vez, os traigo una nueva actualización de "Fieles adicciones".
Espero que os guste
Con cariño
EmiRose
ADVERTENCIA: En este capítulo hay escenas sexuales explícitas H/H (o en ingles M/M). Libro destinado SÓLO para adultos. Puede vulnerar la sensibilidad de algunos lectores. Así que si estás entre los mencionados, por favor, no sigas leyendo.
Todos los derechos reservados. All rights reserved.
SINOPSIS
Kyle tiene muchas adicciones, y algunas de ellas son los hombres. ¿Conseguirá tenerlas todas o se atragantará por el camino? Su vida y su pasado podrían impedírselo, pero tal vez tener una vida llena de ellas sea posible, sobretodo si son esas fieles adicciones que pueden curar su alma.
Si te apetece también lo puedes leer en:
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CAPÍTULO 9.
CONFUSIÓN, CONFUSIÓN, CONFUSIÓN, DECISIÓN
Hoy
es tan normal como si no hubiera pasado nada. Los dos días
anteriores, tuve el sexo más alucinante de mi vida y con tres
personas diferentes, pero aquí sigo, en mi trabajo, codo con codo
con Evan y como si solo me hubiera mandado hacer un recado más. No
dice nada al respecto.
Y
por si fuera poco, Nate tampoco dice nada. Se ha pasado por aquí, y
como si yo fuera otra persona más, como si su polla no hubiera
estado metida en mi culo.
Y
si hablamos de Sam, no digo nada. No ha aparecido por la puerta. Ni
siquiera me ha llamado para preguntar un simple “¿cómo estás?”.
Pues, ¿sabéis que os digo? Que se vayan a la mierda. Los tres.
Creo
que como ven que estoy esperando su reacción, pues ellos la dejan en
falta. Pues ahí va. Voy a hacer como ellos. No les voy a dar ni la
hora, a ver si aprenden.
Llevo varias semanas
de relación con los tres. Y los tres saben que me veo a cada uno de
ellos. Lo más extraño es que a ninguno de ellos le importa,
mientras me tengan para sí. Pero estoy cansado. Estoy cansado de
solo ser un culo para follar. Creo que me aprecian y se preocupan por
mí, pero no me quieren. No me quieren para tener una relación
abierta conmigo. Ni siquiera he salido a cenar con alguno de ellos.
Sam lo esconde de la policía porque podría perder su puesto de
guardaespaldas conmigo. Evan supongo que lo esconde por la política
de la empresa. Y Nate, lo esconde porque... no sé porqué. Tengo
tres magníficos hombres a los que llamo adicciones, y simplemente
quiero más.
Los voy a reunir a
los tres y les voy a decir que se acabó, sencillamente porque nunca
comenzó. Aunque creo que se piensan que vamos a tener sexo grupal.
Tal vez lo haga antes de decirles adiós, así sabrán lo que se han
perdido por no amarme como deberían haber hecho.
Decido enviarle un
mensaje a cada uno para que vengan a mi casa, advirtiéndoles que van
a estar los tres y que vamos a hablar, pero sus respuestas también a
través del teléfono me hacen pensar que creen que vamos a hacer
algo más que hablar.
Los tres llegan a la
misma hora, con cara de pocos amigos, pero ninguno se amedrenta para
darme un beso delante de los otros. Y veo que realmente sí lo
piensan, que vamos a tener sexo los tres. Pues bueno, a eso voy. No
digo nada. Estoy serio. A ver a dónde me lleva todo esto.
— ¿Seguro que
quieres esto? —Pregunta Sam
—¿Si quiero, el
qué? —Pregunto frunciendo el entrecejo.
— Oye... no te
enfades, que fuiste tú el que nos has llamado a los tres al mismo
tiempo, ahora asume las consecuencias —me dice Evan.
— Es que no sé a
que se refiere Sam... os he reunido aquí porque quería hablar con
vosotros, pero veo que no pensáis que sea así, ¿no? —digo con
tono irónico, pero veo en sus caras que no convenzo a nadie de lo
que digo.
— Acabemos con
esto —dice Nate que hasta ahora había permanecido callado y se
quita la ropa.
Veo que los demás
le siguen y hacen lo mismo. Los tres vienen hacia mí, y empiezan a
manosearme, mientras nos vamos dirigiendo hacia mi habitación. Allí
me tumban en la cama y las caricias siguen. Me alegro de que me
acaricien pero mi alma se llena de decepción. Me dejo hacer. Dejo
que me desnuden, que me toquen. Hay seis manos recorriendo mi cuerpo,
y bloqueo mi mente para no pensar más allá. Solo voy a sentirles
por última vez. Pero ni siquiera puedo tener las caricias que deseo,
ya que ni siquiera tienen la reverencia de los juegos previos. Nate
me ha puesto su polla en la boca, y empiezo a chuparla con frenesí,
quiero que se corra lo antes posible. Entonces siento la lengua de
Sam mientras lame en mi eje, y por el rabillo del ojo veo que
efectivamente es él, el que me está comiendo la polla, y al mirarlo
de frente empieza a trabajar con más ahínco, chupando y chupando
mientras se hace una paja. Evan está metiendo su polla ya lubricada
dentro de mi cuerpo, y empieza un movimiento de vaivén, sin siquiera
haberse tomado la molestia de estirarme antes. Todo mi cuerpo está
completo. Los tres complaciéndose, pero no complaciéndome. Ni
siquiera cambian de posición. Siguen y siguen hasta que se han
corrido, y hasta que ven que yo también estoy satisfecho cuando
salpico mi esperma en la boca de Sam. Los tres se levantan y me dejan
ahí, en la cama, solo, como siempre. Cierro los ojos y pienso. Ni
siquiera cuando me vendía, me había sentido así. Como una mierda.
Una puta. Se acabó. Cuando abro los ojos, veo a los tres que ya
tienen sus ropas en las manos, que ni siquiera me miran, vistiéndose
sin decir palabra. Me levanto, y voy al lavabo. Cuando salgo están
los tres a punto de salir por la puerta del dormitorio, así que
decido paralizarlos, dando un portazo con la puerta del baño.
— No os vayáis
porque tengo que hablar con los tres. Ahora, en el comedor —No les
doy tiempo a discutir. Me adelanto a ellos y les espero de pie.
— Quiero me
oigáis, y no digáis nada, ¿de acuerdo? —Veo a los tres mientras
se sientan uno al lado del otro en el sofá y me observan fijamente,
sin siquiera mirarse entre ellos. Creo que no se atreven a decir
palabra, porque no me habían visto enfadado nunca. — ¿Sabéis? Yo
no había planeado esto, ni por asomo. No quería sentirme atraído
por tres personas. Había fantaseado y eso, pero entre fantasear y
hacerse realidad.... La verdad, en un principio no me sentía muy
bien con esto porque creía que os estaba engañando pero os lo dije
a los tres y todos estuvisteis de acuerdo, ¿no?
Los tres asienten
con la cabeza, sin decir nada, supongo que esperando para ver dónde
va esta conversación.
— Pero esto se ha
convertido en algo que no quiero. —Les veo agitarse y que intentan
decir algo pero les interrumpo. — No habléis, no es todo lo que
tengo que decir. Al principio, cuando empezamos a tener sexo, me dije
a mí mismo, oye, quieren follar conmigo y me gusta, se preocupan por
mí, y tal vez me quieren un poco, tal como yo los quiero.
Ahora veía las
caras de asombro de los tres. Y ahí es cuando me doy cuenta de que
realmente no me quieren, que solo soy un culo para follar.
— Dios, veo que
me equivocado realmente con los tres. Ninguno de vosotros me quiere
ni me ha querido jamás. Solo han visto un puto, que seguía siendo
un puto a pesar de querer volver a su vida real —digo con enfado.
— ¡Eso no es
verdad! Joder Kyle, te considero mi pareja, aunque te veas con estos
dos —dice Sam poniéndose de pie de golpe y señalando a los otros
que todavía permanecen sentados con caras incrédulas.
— Sam, siéntate
—le advierto y me hace caso.— Quiero deciros cuatro cosas. Sam,
no me consideras tu pareja, y ninguno de los tres lo habéis
considerado. Sencillamente venís, me folláis y ya. Ni siquiera os
habéis quedado alguna que otra noche, toda la noche entera. No hemos
tenido ninguna conversación seria. No he salido a ningún lado con
vosotros. No sé nada de vuestras vidas. Os juro que después de la
vida que he tenido, nunca me había sentido tan puta como ahora.
La cara de los tres
están llenas de horror. Tal vez sí que les importo un poco o tal
vez los estoy hiriendo pero creo que se lo merecen por ser tan
gilipollas. Y doy mi golpe final.
— Se acabó. Se
acabó para los tres. No quiero volver a veros. No quiero que os
acerquéis a mí. No quiero nada. Si me veis, me ignoráis, ¿lo
comprendéis? —Digo muy serio.
— No puedes hacer
esto, no puedo hablar por los demás, pero yo te quiero. Nunca ha
sido mi intención que te sintieras así, y tampoco creo que fuera la
intención de Nate ni de Evan. Cada vez que he venido, no he querido
dejarte, pero creo que eres tú el que nos has echado de tu lado,
siempre sin decir palabra, y no quería ser un lastre para ti —dice
Sam de nuevo.
— Mira Sam, me lo
podrías haber dicho, pero ya es tarde, ya he tomado mi decisión
—dije firmemente.
— ¿Te has
olvidado que soy tu guardaespaldas?
— He hablado con
tus superiores. He pedido que te releven de una situación que era
insoportable para ti, y no te preocupes, que no he dicho una mierda
de nuestra relación —dije ya enfadado.
— ¿Es eso lo que
quieres? Muy bien, pues que así sea —me dice Sam más enfadado
todavía.
— Espera Sam, no
podemos dejar que crea que no le queremos. Por favor Kyle, no sabes
lo que hemos pasado, has estado con los tres a la vez, haciendo que
cada vez nos sintiéramos mal porque ninguno de nosotros te podía
dar lo que tú querías, que era a los tres. No tenías suficiente
con que fuera uno de nosotros. Nos hemos sentido celosos los unos de
los otros, y sinceramente, tú eres el único que ha salido ganando.
Tienes a tres hombres enamorados de ti hasta las trancas, y encima
nos dices que no te queremos —dijo Evan mirando alternativamente
entre Sam y yo.
— Por favor,
Kyle, vamos a hacer que esto funcione. Podemos intentar establecer
una relación entre los cuatro, a ver si podemos querernos los unos a
los otros. Esa sería la solución más fácil —se atrevió a decir
Nate tanteando a Sam y a Evan.
— No. Lo he
decidido. Se acabó. Mirad, sé que yo empecé esto, y de verdad ya
sé que tengo la culpa de no haber sabido llevarlo bien, pero no
puedo más. Ver como cada día, me follábais sin decir una palabra,
sin afecto, sin nada, a escondidas de todo el mundo. ¡Dios! Solo
quiero una vida normal, y con vosotros tres no la voy a tener. Así
que, por favor, solo os pido, que respetéis mi decisión, os lo pido
por favor —El final ya era un ruego.
Ahora no sé dónde
estoy. Mi cabeza va a explotar. Yo pienso que no me quieren y ellos
dicen que sí, pero hasta ahora no me lo han demostrado. Tengo que
seguir con mi plan.
Sam ya no dice una
palabra. Se acerca a la puerta de entrada, me vuelve y me mira antes
de irse. Evan y Nate se miran entre sí, asienten, y se levantan.
Tampoco dicen nada, y ni siquiera miran hacia atrás cuando cierran
la puerta de mi casa.
Ahora mi soledad me
abruma.
¿Qué pasará ahora con Kyle? ¿Qué harán Sam, Nate y Evan? ¿Alguno de ellos tres intentará recuperarlo? ¿O lo intentarán los tres? ¿Realmente Kyle está enamorado de los tres o simplemente son adicciones?
Continuará...
¡NOS VEMOS PRONTO, MIS LECTORES!
Muchas gracias, me gusta mucho. Que ganas del próximo capítulo.
ResponderEliminarUn buen inicio de semana. Besos
...er...bueno, gracias por el capi, buen inicio de semana Emi, besosss
ResponderEliminarLu, el er ese significa que no te ha gustado??? jajajaja... Me lo puedes decir que así aprendo y puedo mejorar la historia!!!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho,y ahora a esperar el proximo. Un saludo
ResponderEliminarHola, muy bueno el capitulo, que bueno que Kyle se puso firme en su decision y les canto sus tres verdades. Un abrazote y que tengas un grandioso fin de semana.
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