jueves, 21 de julio de 2016

Antes de vacaciones...

¡Hola mis lectores!

¿Cómo están pasando el verano? Aquí con una calor que te mueres... en mi zona hemos tenido varias olas de calor durante varios días y uffff... ni los aires acondicionados jajajaja.
Antes de irnos de vacaciones, que para quienes no lo sepan, este año me voy a New York, ¡sí!, pues os traigo un nuevo capítulo de "Fieles Adicciones".
Ya hemos pasado el ecuador de la novela, así que poco a poco se irá viendo el desenlace, aunque quedan todavía muchas cosas por pasar... pero muchas, muchas....jejejejeje.
También quiero comunicaros que todas las novelas que he escrito hasta ahora saldrán a la venta, todas revisadas, y con contenidos extra, a un precio muy asequible.
Y finalmente, saldrá una nueva, todavía sin fecha definitiva, pero espero que vea la luz en febrero de 2017. 
Esperemos no haya contratiempos entre medio, jajajaja.
La semana que viene pondré un "post" para despedirme antes de cerrar por vacaciones.
Besos,
EmiRose.

Aquí os dejo el nuevo capítulo de "Fieles Adicciones".

Nota aclaratoria: Acordaros que es un borrador, que se volverá a revisar cuando se publique la novela completa.


ADVERTENCIA: En esta novela aparecen escenas sexuales explícitas H/H. El libro es SOLO para adultos. Puede vulnerar la sensibilidad de algunos lectores. Los que no estén dentro de estas normas, abstenerse de seguir leyendo. Gracias.



Todos los derechos reservados. All rights reserved.


 

Kyle tiene muchas adicciones, y alguna de ellas son los hombres. ¿Conseguirá tenerlas todas o se atragantará por el camino? Su vida y su pasado podrían impedírselo, pero tal vez tener una vida llena de ellas sea posible, sobretodo si son esas fieles adicciones quienes pueden curar su alma.


Si te apetece también lo puedes leer en:

Wattpad


CAPITULO 29. LUCHANDO

He tenido tres episodios de abstinencia por las drogas, una de ellas fue realmente mala y Ryan me encontró en la habitación de hotel estirado al lado de la  cama, inconsciente. Me ayudó y me llevó al hospital. Su primera llamada fue para Evan. Sé que entre ellos se está estableciendo una relación de amistad pero estoy celoso como el infierno. Tal vez no debería sentirme así pero no puedo evitarlo. Todavía no hemos preparado los documentos para su adopción pero, ¿y si al final no quiere que sea su padre y prefiere a su padre biológico? En el fondo lo entiendo, pero mi corazón no quiere entender. Evan ha querido hablar conmigo varias veces, pero no le he dejado. Un día me encontré con él por la calle, pero lo esquivé diciéndole que llegaba tarde a una cita. ¿Qué cita? Era una visita con el médico.
En cuanto a Sam, me ha dejado tranquilo. Desde que me dejó en la habitación de hotel, no le he vuelto a ver. Ryan me ha dicho que sí lo ha visto, y que le comunicó que iba a seguir con su vida, porque no quería encontrarse así como estaba. Anne también me dijo que lo había visto salir de una discoteca. En un principio me enfadé porque me dije que no tenía derecho a divertirse estando yo todavía así, pero luego me di cuenta que no tenía sentido que pensara así, ya que yo le había expulsado de mi vida, por tanto, podía hacer lo que quisiera.
Y Ryan está muy raro. Cada vez viene menos a verme, y en cuanto le pregunto qué es lo que hace, me dice que “está por ahí con sus amigos”. Le pregunté por Jim pero se quedó pensativo y esquivó la pregunta.
Ahora estoy paseando por la ciudad, mirando las luces que han puesto para la llegada de la Navidad. Estoy triste por las fechas, por todo. Creo que diviso a Ryan desde lejos. ¿Es él? Pues se está dando un chupetón en toda la boca con alguien. Me paro delante de un escaparate porque si continuo, le voy a alcanzar y no quiero que piense que le estoy vigilando. ¿Desde cuándo se ve con alguien? ¿Y por qué no me lo ha dicho?
Entonces me paralizo cuando logro divisar de quién se trata. Voy hacia allí guiado por mis pies que son imposibles de parar y los separo de un manotazo.
—  ¿Qué cojones estás haciendo? —Le grito a Ryan.
—  Papá... — dice todo sorprendido.
—  ¿Sabes quién es este? ¿Lo sabes? — Le pregunto todavía gritando—. Te vas para casa ya.
Entonces me mira con odio y se acerca a mí hasta encararse.
—  ¿Qué casa? ¿Eh, qué casa? — Me pregunta.
—  Vete al centro, ya —le digo con rabia.
—  Perdone, pero Ryan y yo estamos enamorados — oigo una voz al lado de Ryan. No me he dado cuenta de que el tío aquel todavía estaba allí.
—  ¿Enamorados? ¿Enamorados? ¡Ja! ¿Le has dicho que eres uno de los hombres de Johnson? ¿Se lo has dicho? ¿Le has dicho que eres un cabrón, que da palizas, un violador? ¿Se lo has dicho? —le digo enfrentándome a él.
—  ¡Yo no soy nada de eso! —me grita en la cara.
—  Dile, dile, que no estabas con Johnson —le digo otra vez.
—  Papá, sé que estaba con ese cabrón... Es así como le conocí —dice la voz de Ryan con un susurro—. Me ayudó a escapar.
—  ¡Yo te ayudé a escapar! — Le digo gritando—. ¡Vete a casa, ahora!
—  ¡No quiero! ¡Es el hombre que amo! —Ryan me grita.
Me acerco a Ryan, con los nervios a flor de piel. Creo que mi cabeza va a estallar por todo lo que está pasando.
—  Ryan, por favor, haz lo que tu padre te dice —oigo la voz del cabrón ese detrás de mí.
Ryan se lo queda mirando. Primero niega con la cabeza, pero oigo un susurro pequeño del cabrón diciendo “por favor”, y entonces, asiente. Me da una mirada de odio, y se da la vuelta para irse. Me giro y le apunto con un dedo en su pecho.
—  No quiero que te acerques a él, ¿estamos? —le digo.
—  Estoy enamorado de él —me dice con voz firme.
—  Tiene quince años, ¡quince! Y no sabe lo que quiere. Si te vuelvo a ver cerca, no dudaré en llamar a la policía —le digo mientras me giro para irme también, pero un brazo me hace girar.
—  Tengo diecisiete. Estaba con Johnson porque yo también he vivido en las calles. Y yo fui quien ayudó a Ryan a llegar hasta el centro donde vive, y fui yo quien ayudó a la policía a salvarte el culo —me dice aunque veo que se arrepiente de decir sus últimas palabras cuando se sonroja.
—  Mantente lejos —añado y me voy siguiendo el camino por donde se ha marchado Ryan.
Abro la puerta de la habitación del hotel y me encuentro con un Evan realmente enfadado.
—  ¿Qué cojones estás haciendo? —me pregunta y me da la risa porque es lo mismo que yo le he preguntado a Ryan horas antes—. ¿Te crees que es gracioso?
Me lo quedo mirando porque realmente no sé de qué está hablando, y la verdad me molesta verdaderamente que haya venido porque he empezado a temblar por el “mono”. Ocupo mis manos cogiendo la ropa que tenía encima de la cama para ponerla en el armario. Tal vez así no vea los temblores.
—  ¿De qué hablas? — le pregunto.
—  Ryan.
Solo dice esa palabra y me enfado crece y crece, y mis celos le acompañan.
—  ¿Qué pasa con él?
—  No sé. Quiero saber porque ha venido a mi casa, saltándose sus clases diciendo que tú te habías puesto en su contra —me dice tranquilamente.
—  ¿Ah sí? ¿Y desde cuándo va a ti a explicarte sus problemas? — le pregunto con una ceja enarcada pero siguiendo a lo mío.
—  Kyle, estate quieto con la ropa y dame una explicación de porqué tengo un adolescente en mi casa enfadado contigo como el infierno —me dice intentando acercarse a mí.
Me aparto bruscamente y empiezo a sacar y meter ropa en el armario aclarando mis pensamientos porque van a la deriva. Voy a tener una crisis. Es mejor que le diga lo que quiere saber y así se va a ir pronto.
—  Estaba con uno de los matones de Johnson.
—  ¿Lee? — me pregunta frunciendo el ceño.
—  ¿Sabes quién es? — le pregunto ahora yo realmente enfadado.
—  Sé que está saliendo con un chico que le ayudó a escapar —me dice tranquilamente.
Entonces mi cuerpo empieza a temblar más de lo que tenía previsto y empiezo a balbucear. Ni siquiera le miro porque los sudores han empezado a bajar por mis sienes y mi espalda. Sin decir nada más, cierro las luces y me pongo en mi rincón, arrodillado con las manos abrazando mis rodillas. Luego hablaré con él. Ahora necesito que esto pase.
Despierto envuelto entre unos brazos que me sujetan fuertemente. Me doy cuenta de que no estoy en mi rincón, sino encima de la cama. Miro para el lado y ahí está el precioso rostro de Evan, aunque no está totalmente relajado, veo que está durmiendo. Me dedico a mirarle ahora que no me puede ver. De verdad que todavía sigo enamorado de él. Es mi fiel adicción. Me muevo un poco y no tarda ni un segundo en abrir esos ojos verdes que me fascinan tanto. Se me queda mirando y me da una leve sonrisa. Se acerca mi cuello, y respira profundamente allí. Entonces vuelve su rostro para atrás.
—  ¿Desde cuándo pasa esto? —me pregunta sin dejar de abrazarme.
Me encojo de hombros. No quería que lo supiera, pero ahora que lo ha averiguado, no sé qué tengo que decirle ni lo que tengo que hacer.
—  Está bien, ¿te ha visto un médico? —me vuelve a preguntar en voz muy baja.
Asiento con la cabeza porque no puedo hablar.
—  ¿Lo sabe Sam? —Me pregunta con incertidumbre en los ojos.
Niego con la cabeza. Solo puedo decir en voz muy baja, “lo sabe Ryan”. Y él me vuelve a abrazar muy fuerte. Así me vuelvo a quedar dormido, envuelto dentro de su calor.
Cuando vuelvo a despertar, él ya no está en la cama. Está sentado en la silla de la habitación. Me da una sonrisa y se va hacia la percha para alcanzar y ponerse la chaqueta.
—  Si me necesitas, ya sabes dónde estoy —me dice y sale por la puerta.
Estoy muy confundido. ¿Está enfadado? ¿No quiere nada más conmigo ahora que sabe el problema que tengo? Y eso me golpea con fuerza en mi corazón y hace que mi alma se quiebre un poco más.
Minutos más tarde, es Ryan quien aparece por la puerta con la mirada de un cachorro apaleado. No quiero que se sienta así, pero sé que el tío ese no es lo mejor que le puede pasar.
—  Mira Ryan, eres muy joven —le empiezo a decir pero él me interrumpe.
—  Me he enamorado de Lee. Es una persona buena, de verdad —me dice con tristeza.
—  Una persona que se ha dedicado a pegar, matar, violar a la gente... ¿Eso es ser una buena persona? —le digo con tono sarcástico.
—  Él no es así —me dice Ryan enfadado—. Estás en su contra por todo lo que ha pasado pero él no es así.
—  Ryan, ese tío, estaba cuando me dieron una paliza. Sus pies estuvieron por todas mis costillas —le digo también enfadado.
—  ¡No era él! — me dice gritando.
—  No quiero que le veas más —le digo con decisión.
—  ¡No eres mi padre! —me suelta gritando aunque creo que se arrepiente de sus palabras en cuanto las ha pronunciado.
—  No puedes decir que no soy tu padre cuando a ti te interesa que no lo sea. Lo soy o no lo soy —le digo.
—  ¡Nos queremos! —me grita.
—  No le quieres, Ryan... Tienes lo que se llama síndrome de Estocolmo — le empiezo a decir.
—  ¡No! ¡Me ayudó, me ayudó! —Me vuelve a gritar.
Me acerco a él porque quiero abrazarle, pero se aparta de mí y me mira con repulsión.
—  Para que te digo nada... Tú ya no quieres a nadie. Has apartado a lo mejor de tu vida sin motivo alguno, y ahora quieres apartarme a mí —me dice retándome.
—  Tienes quince años, Ryan — le digo pellizcándome el puente de la nariz.
—  Sí, pero parece que tengo las cosas más claras que tú —me espeta.
—  Ryan, te lo digo por última vez. No lo vas a volver a ver de nuevo — le digo con más decisión.
—  Voy a decirle a Evan lo que estás haciendo — me contesta.
—  ¿Y qué va a hacer? — le pregunto enarcando una ceja.
—  Es mi padre —me suelta.
Me lo quedo mirando. Asiento y voy hacia la puerta. Abro y con determinación le digo:
—  Pues bien, ve con él. Adiós Ryan.
Se me queda mirando con ojos llorosos. Quiere decir algo, pero las palabras no le salen. Sus lágrimas corren por sus mejillas, pero no quiero darle el gusto de que vea que me afectan realmente. Sus pies empiezan a moverse, cuando llega a mí, me mira, le sale un sollozo y se va de la habitación.
Cuando cierro de un portazo, y me doy cuenta de lo que realmente he hecho. He sido un hijo de puta con la única persona que no debería portarme así. Yo soy el adulto. Y tendría que haber tenido cabeza para ayudarle y para hacerle ver las cosas, no echarle como he hecho. Mi miseria aumenta y mi corazón está destrozado. No puedo más y me dejo caer en el suelo.

Minutos después me levanto poco a poco y llamo a Anne. Tal vez pueda ponerme algo de sentido en el poco cerebro que me queda.

CONTINUARÁ...

¡NOS VEMOS PRONTO, MIS LECTORES!

1 comentario:

  1. Wuuuaaoo que tremendo capitulo algo complicado pero emotivo espero y las cosas se solucionen y Ryan necesita mucho sentido comun gracias por compartir esta historia ok kisses

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