martes, 14 de abril de 2015

"FIELES ADICCIONES". CAPITULO 5

¡Hola mis lectores!

Muy atrasada, os pongo la actualización del capítulo. Estoy muy ajetreada y apenas tengo tiempo, pero hoy he dicho "se acabó. Me paro y me pongo a ello" jejejeje...
Espero que os guste y ahora ya vienen algunas respuestas.... pocas, pocas, pero... me gusta dejaros con la intriga...
Para Sant Jordi no sé si os voy a poder poner alguna sorpresilla, pero al menos os pondré alguna fotillo con la que regodearos... Al menos si no tenemos para leer, que tengamos para mirar...
Un beso muy grande







Todos los derechos reservados. All rights reserved.


SINOPSIS

Kyle tiene muchas adicciones, y algunas de ellas son los hombres. ¿Conseguirá tenerlas todas o se atragantará por el camino? Su vida y su pasado podrían impedíselo, pero tal vez tener una vida llena de ellas sea posible, sobretodo si son esas fieles adicciones que pueden curar su alma.

CAPITULO 5. PREGUNTAS

Al día siguiente, vuelvo al trabajo, pero estoy nervioso como el infierno. No tengo ganas de encontrarme con Nate Rowan. Para mi alivio, nada más está el Sr. Campbell en su despacho, pero es raro. Su puerta está abierta. Me mira, y veo que en esa mirada triste, hay otra cosa. Como ayer, curiosidad. Me saluda desde lejos con un buenos días. Empiezo mi rutina diaria, pero me siento observado. Van llegando los demás, y todo sigue normal. No varía nada, excepto esa mirada. A final de la mañana, cuando llega la hora del almuerzo, el Sr. Campbell se dirige a mi mesa, y me dice que a primera hora de la tarde, le gustaría hablar conmigo, y se va. Ahora me deja con un nudo en la garganta, porque no sé lo que puede querer. Lo primero que me viene a la cabeza es un despido. Lo segundo es que quiere que le explique quién es Denny. El tercero que le explique mi relación con Nate. Pero claro, en mi nueva identidad no tengo relación con Nate, y tampoco le puedo hablar de toda la investigación que hay en curso. Mis divagaciones me hacen temblar, y hacen que la comida tenga sabor a plástico.

No hay más remedio. Tengo que tener huevos y entrar en su despacho. Suerte que casi no he comido, así no tengo nada en el estómago que merezca la pena vomitar, pero me acerco al baño porque las arcadas que tengo son horribles. Mi dolor de cabeza va en aumento. Cuando llego hasta la puerta del despacho del Sr. Campbell, me mira y me señala la silla de su despacho. Sin un "buenas tardes" siquiera me espeta:

— ¿Quién es Denny y qué relación tienes con Nate?

Yo nervioso, pero aparentando lo mejor que puedo, que no es mucho, intento contestarle despacio, aunque sé que no lo consigo:
— No conozco a ningún Denny, como le dije ya al Sr. Rowan, que justamente conocí ayer, por tanto, no tengo relación alguna. Creo que me confundió con alguien.
— Mira Kyle, no me gustan las mentiras. Las odio y si hay algo que estás ocultándome, y luego entero de que me has estado mintiendo, perderás el trabajo en ese instante, porque me gusta la confianza. La verdad es que estoy contento contigo, pero... —creo que para de hablar porque no sabe cómo continuar.
— Mire Sr. Campbell. No estoy mintiendo, y si tuviera alguna relación con el Sr. Rowan, no creo que a nadie le importara y menos a mi jefe, que no tendría nada que decir al respecto, es mi vida privada —y con más pelotas que nunca le espeté— Yo no le pregunto por la suya ¿no? Pues no pregunte por la mía.

Le sorprende que le haya hablado así. Lo veo en sus ojos. La mirada triste sigue ahí, junto con la mirada curiosa, junto con la mirada de enfado. Las tres hacen que me remueva en mi asiento. Y dejo de hablar, solo quiero seguir mirando, pero al final no puedo sostener esa mirada y miro alrededor del despacho, porque creo que va a descubrir mi adicción.

— Está bien Kyle. Todo esto no tiene nada que ver con el trabajo, pero creo que sí que conoces a ese tal Denny, y Nate está dispuesto a saber la verdad, y si tienes un nombre falso, y lo averiguo, llamaré a la policía. De momento, no tengo pruebas y no puedo despedirte pero mi confianza ahora mismo para contigo está muy frágil.
— ¿Por qué no me despide y acabamos de una buena vez? —He levantado mi voz porque todo esa explicación de la confianza significa que no confía y yo cada vez estoy más asustado y sencillamente sin pensar mucho le digo— a última hora de la tarde tendrá mi renuncia. No quiero trabajar con alguien que no confía en mi. Volveré a mi trabajo, y busque a alguien capaz de lidiar con su estúpida confianza.

No dice nada pero me observa mientras me levanto. Cuando salgo del despacho, cierro la puerta tras de mí, y me apoyo en ella con mi espalda. Mis ojos están llorosos y tengo que cerrarlos un momento para poder calmarlos. Cuando los abro, frente a mí está Nate Rowan, con su mirada inquisidora. Me lo quedo mirando fijo a sus ojos. Esos ojos, que una vez me tuvieron intrigado, cautivado. No me sonríe.

— Buenas tardes Denny

Y sin pensarlo mucho, me viene una inspiración y comienzo a gritarle allí en medio:
— No soy Denny, no conozco a ningún Denny, y acabo de perder un trabajo por la obsesión que tiene con eso. Espero que cuando encuentre a otra persona que se parezca a alguien, investigue antes de hacer que pierda su empleo. Ahora si me disculpa tengo varias cosas que hacer.

Mis gritos hacen que la puerta del Sr. Campbell se abra. Los miro a los dos, y mi adicción por ellos, una adicción del pasado y una del presente, se han convertido en un odio en mi corazón, en un pesar que me hace tambalear un poco. No soy consciente hasta que siento dos manos apoyadas en mi hombro. Una es la de Nate, la otra es la de Evan.

— ¿Estás bien? — creo que es el Sr. Campbell quien lo dice.
— Sí, gracias. Es solo que he comido poco. Permítanme. —Y así me hago paso y me voy hacia mi mesa, donde mi teléfono está pitando insistentemente.
Palidezco de golpe. Al otro lado de la línea, está Sam preguntando si estoy bien. Se da cuenta de que ha pasado algo y me dice que va a pasar a buscarme por el trabajo, y le digo que hoy saldré a tiempo, y cuando alzo la mirada, los dos están allí observándome. Todo este drama se ve interrumpido cuando Carol aparece y se queda quieta de golpe mirándonos a los tres. Decide acercarse a mí. Creo que piensa que soy el menos peligroso, sencillamente por las miradas que aparecen. En ellos dos aparece la mirada de la duda, y veo que quieren llegar hasta mí, pero en el fondo no saben qué decir, así que se miran entre ellos, y se alejan. Entran en el despacho del Sr. Campbell y cierran la puerta tras ellos. Carol, siendo curiosa como es:

— ¿Qué ha pasado? Parecen como si los tres quisieran clavarse un cuchillo. —Una risita nerviosa, pero claro, no sabe lo que está pasando y creo que ella como relaciones públicas tiene que ser la primera en saberlo.
— Dejo la empresa, Carol.
— Estás bromeando. —Su cara se vuelve seria de golpe.
— No bromeo. Tuve una discusión con el Sr. Campbell, y amenazó con despedirme, y al final, acabé diciéndole que tendría mi renuncia al final del día.
— No me jodas, Kyle. ¿Y que hago yo ahora, con toda la celebración, con todos los papeles que tengo que arreglar? ¡Dios! ¿No hay forma de arreglarlo? — Me lo dice todo sin respirar, con un patente nerviosismo.
— Carol, lo siento mucho, pero no, no se puede arreglar nada. — Intento que mis lágrimas no se derramen. No son lágrimas por dejar la empresa, porque me importa una mierda. Son lágrimas porque mi pasado siempre me perseguirá vaya donde vaya.
— Está bien, y esa discusión, ¿por qué fue? — Ahora sale el lado curioso de la mujer.
— No sé. Pregúntale a ellos, tal vez quieran responder todas tus preguntas. Yo no puedo, no puedo. —Cada vez estoy más nervioso.

Carol se acerca a mí, y me da un abrazo, un abrazo tan maternal, que hacen que me salten las lágrimas. Nadie me abraza así ahora, a parte de Sam. Sam que intenta mantener la distancia de mí, pero no puede. Me deshago de su abrazo, y voy rápidamente al baño. Me doy cuenta que en esos dos días, el baño se ha convertido en mi segunda casa. Cuando consigo calmarme un poco, me miro al espejo y veo algo que odio. Mi pasado.

Llega la hora de terminar en mi trabajo. He dejado muchas cosas arregladas para que la persona que me sustituya no tenga los problemas que tuve yo al llegar aquí. Creo que soy tonto. Otra persona no tendría tanta consideración, pero quiero que sepan que Kyle es una buena persona, digna de confianza, aunque ellos piensen que no. El abogado y el jefe han estado encerrados en su despacho a cal y canto toda la tarde. No me han vuelto a molestar. Tengo mi carta de renuncia en la mesa. Tengo que entregarla antes de irme. Envío un suspiro, y tomo fuerzas. Llamo a la puerta del Sr. Campbell y entro sin esperar respuesta. Estoy harto y deseando desaparecer. Me miran los dos sorprendidos. Sin hablar, dejo el sobre en la mesa y me alejo. Tampoco dicen nada. Cierro la puerta detrás mío. Pero sé que cuando abran la carta se van a sorprender, porque les doy cinco días de margen. Lo legal, son quince pero con cinco podré dejar todo el trabajo preparado. No quiero pasar en empresas Campbell más del tiempo necesario. No con Nate estando por allí. Puede volver a hacerme preguntas. Espero poder esquivarlas durante cinco días. 

4 comentarios:

  1. Muy bueno el capitulo, pobre de Kyle que parece que no puede dejar el pasado atras, solo queda esperar que pueda quedarse mas tiempo en la empresa. Muchas gracias por otro emocionante capitulo. Un abrazote y que tengas una hermosa semana.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. MUyyyyyyyy interesante, pobre Kyle... se le complica la vida. Y ahora me pregunto que relación hay verdaderamente entre Nate y Campbell??? son solo abogado/cliente... o hay algo mas??
    Muy muy buena semana. Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Esta se va poniendo cada vez mas interesante ,gracias por compartirlo.Un saludo

    ResponderEliminar