lunes, 30 de marzo de 2015

"FIELES ADICCIONES". CAPITULO 4

¡Holas mis lectores!

Para los que están de vacaciones, pues a disfrutarlas jejejeje y los que no... pues a disfrutar también aunque sea menos ratito, que ya bastante nos trae de preocupaciones la vida para no alegrarnos durante aquellos momentos que tenemos para nosotros mismos...

Traigo noticias:

La primera, siento comunicaros que el blog "Lo que daría yo por leerte" queda oficialmente cerrado. Después de sopesar las opciones y pensarlo mucho, mucho, lo mejor ha sido cerrar. Quiero dar gracias mi staff, a Akirra Gimsua, a Kath, y a Mikel100 que siempre han estado ahí, y sin ellos no habríamos podido llevar adelante el blog...
A lo mejor, con el tiempo, podría valorar abrirlo otra vez, pero ya sería dedicado a reseñas, noticias y cosas así... ¡Gracias a los que habéis estado ahí!

Y la segunda, aquí tenéis la actualización de "Fieles Adicciones". No os lo perdáis porque hay cosas "interesantes" jejejeje

Recordaros que para aquell@s que prefieren wattpad también pueden leer esta novela allí. Este es el enlace:





Todos los derechos reservados. All rights reserved.


SINOPSIS

Kyle tiene muchas adicciones, y algunas de ellas son los hombres. ¿Conseguirá tenerlas todas o se atragantará por el camino? Su vida y su pasado podrían impedíselo, pero tal vez tener una vida llena de ellas sea posible, sobretodo si son esas fieles adicciones que pueden curar su alma.


CAPITULO 4. EL PASADO LLAMA A LA PUERTA

Hoy me he levantado con una sensación extraña. Ni siquiera tenía una erección al despertar. Y con las noches pornográficas que tengo, creo que es un serio aviso de que algo está a punto de suceder. Siempre me ha pasado. Tengo lo que se llama “premoniciones”. No son visiones, sino como que algo se cuece en el ambiente, pero no sé determinar qué es. solo sé que hoy sucederá algo, algo importante, porque mi falta de erección mañanera y mi ansiedad me lo indican.

Y así empiezo yo mi día. Ahora estoy sentado en mi escritorio devanando mis sesos a ver cómo soluciono no sé qué contrato, porque ni siquiera estoy concentrado, aunque tampoco estoy pensando. Cosa rara. La puerta del Sr. Campbell está cerrada a cal y canto, pero sé que está dentro porque Carol me ha informado. Y ¿por qué me iba a informar? Claro está, el Sr. Nate Rowan está dentro. Esto me hace sonreír. Con la edad que tiene Carol, y suspirando, pero cada uno con su tema. Es la hora del café del jefe, pero dudo si entrar o no, ya que él ni siquiera se ha molestado en salir a darme los buenos días. Estoy pensando justamente esto, cuando mi teléfono suena y al otro lado de la línea se oye el Sr. Campbell, diciéndome que agradecería que le llevara el café, pero que añadiera una cola para su abogado. ¡Vaya! Creo que hay otro adicto en la empresa. Y de golpe y porrazo, vuelve esa sensación de angustia que aprieta mi pecho.

Con la bandeja en la mano, entro en el despacho de mi jefe, al cual saludo con un buenos días, pero desde atrás no puedo ver la cara del abogado. Evan Campbell sigue con su mirada triste, pero ahora puedo ver una pequeña sonrisa cuando habla con el letrado. Con lo adicto que me he vuelto a ese ser, me extraña que no corroan dentro de mí los celos. Otra vez la sensación. En ese momento, el Sr. Campbell me dice:

— Kyle, quiero presentarte a Nate Rowan, el abogado de la empresa, y por supuesto un buen amigo mío -y me da otra sonrisa.

Me giro para darle la mano al abogado, y entonces es cuando dejo de respirar. Le reconozco. Tengo que salir de mi aturdimiento antes de que él se fije en mí, en que pueda averiguar quién soy. Mierda, mierda y mierda. Entonces decido mirarle fijamente a los ojos, para demostrarme a mí mismo que no tengo miedo, que puedo pasar por esa prueba. Sus ojos se abren con sorpresa. Me ha reconocido. La esperanza se desvanece.

— Encantado de conocerte, Kyle. Me estaba preguntando, ¿tienes algún hermano? —me dice entrecerrando los ojos y evaluándome.— Lo digo porque te pareces a otra persona que conocí hace algún tiempo.
— Pues no. No tengo ningún hermano, soy hijo único. —Hago una mueca mirando la techo y aclarando la garganta consigo seguir hablando — Me alegro de conocerle Sr. Rowan. Si no necesitan nada más, estaré en mi mesa. Disculpen.

Y salgo de allí pitando. Empiezo a caminar directo al baño. Entro dentro de un cubículo y creo que es entonces cuando empiezo a respirar de nuevo. Me siento encima del inodoro. Me ha empezado a doler la cabeza increíblemente. No sé qué hacer. Me ha reconocido.

Cuando vuelvo a mi mesa, el Sr. Campbell me llama de nuevo. Al entrar en el despacho, Nate Rowan me mira otra vez atentamente. Mi jefe me da varias instrucciones. En la próxima semana voy a tener que trabajar junto a Nate, para facilitar varias adquisiciones que se están haciendo. Justo cuando voy a salir por la puerta, una voz susurrada pregunta:

— El nombre de Denny, ¿te suena de algo?

Ni siquiera soy capaz de girarme, y aunque no me vea en un espejo, creo que me he quedado pálido. No puedo moverme. Mis piernas están paralizadas. Mis brazos, paralizados. Tampoco soy capaz de pronunciar alguna palabra. Oigo como unos pasos se acercan hasta mí. En ese momento me despierto de mi limbo, y huelo a la loción para después del afeitado del Sr. Campbell. Inspiro profundamente, y consigo decir:

— No, no me suena, ¿Por qué?
— Hace tiempo conocí a una persona con ese nombre, y es clavado a ti —parece ordenar sus pensamientos y continua— por eso pregunté si tenías algún hermano.
— Lo siento, pero creo que se ha equivocado de persona.
Y abro la puerta y salgo de allí, no sin antes ver cómo los ojos de Nate Rowan averiguan que había mentido, y cómo Evan Campbell me miraba con más curiosidad que nunca.

Llego hasta mi mesa, y en mi cajón está mi móvil. Tengo que hacer una llamada.

Sam. Sam sabrá qué hacer.

Cuando llego a casa, allí está el coche de Sam, esperándome. Me mira con escrutinio, pero a la vez con cierta ternura, una ternura en la que no me puedo permitir el lujo de envolver. Y veo esa mirada también de curiosidad. Desde hace dos meses, no nos veíamos, desde que me consiguió el trabajo, y ahora le pido con urgencia que tengo que verle. Le llevo hasta dentro de la casa y antes que pregunte se lo suelto todo.

— Hoy ha venido el abogado de la empresa. Se llama Nate Rowan. Me conoce del club. ¿Cómo puede ser que un chico de Idaho estuviera en Virginia hace cuatro años, en un club, justamente en el que yo me encontraba, en el que él fue un Dom y yo su sum? El mismo club del que me estoy escondiendo. ¡Joder Sam! ¿Cómo coño ha sucedido esto?
— Joder, joder, joder —solo sabe decir esto y empieza a pasearse por todo el apartamento callándose, pero veo un sinfín de palabrotas dichas en silencio. —Explícame bien quién es ese tal Nate Rowan.
— Es el abogado de las empresas Campbell, aunque yo lo llegué a conocer hasta hoy, y por lo que el Sr. Campbell me comentó es que son amigos, aunque deduzco que no tiene idea de las inclinaciones sexuales de su abogado... — digo divagando.
— Quiero que me expliques cuándo lo conociste en el club. La versión de ahora la puedo conseguir fácilmente —replica con sarcasmo.
— Conocí a Nate en el club, pero se hacía llamar Nat. Eso es bastante normal, muchas veces no das tu nombre entero, o lo cambias para que no te asocien con ese estilo de vida. Nat era un tío normal, tanto como de normal puede ser un Dom. Nunca me pidió cosas raras, ni nunca sobrepasó sus límites. Creo que estaba experimentando con su sexualidad en ese momento. Siempre me trató bien, la verdad.
— ¿Crees que podría estar relacionado con alguien de la administración del club?
— No creo. Era un cliente. Y la verdad es que te he llamado porque me ha reconocido. Me preguntó si conocía a alguien llamado Denny y creo que sabe que soy yo por la reacción que tuve. Sentí que me ponía blanco como el papel. Sam, ¿esto pone en peligro la operación?
— No lo sé. Tendré que hablar con mis superiores, Kyle. Tenemos un caso muy bien montado, y eres uno de los testigos principales. No quiero que arriesgues tu vida porque un antiguo cliente te ha reconocido.


Sam se sienta y empieza hablar de cosas triviales. Me hace olvidar durante un rato. Y me hace sonreír. Y ahora me doy cuenta, que mis adicciones son más de las que yo quiero y puedo soportar. Añado a Sam en la lista.

¡NOS VEMOS PRONTO, MIS LECTORES!

3 comentarios:

  1. Vaya que bueno el capitulo, se puso super interesante la historia. Muchas gracias por compartirlo. Una pena lo del Blog, lo bueno es que vamos a poder seguir leyendo tus excelentes historias. Un abrazote y que tengas una maravillosa semana.

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  2. Se esta poniendo muy pero muy intereante, menudo giro en la trama,a esperar al siguiente capitulo y ver como continua este me gusto mucho.Siento mucho lo del blog ya que me encantaba,Un saludo y feliz Semana Santa.

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  3. Ahhhhhhhh me encanto!!! tenemos un testigo encubierto casi descubierto!!!! Pobre Kyle!!! quiero más!!! quiero más!!!!!!

    En cuanto a lo del blog, lo lamento por que era seguidora, pero entiendo el tiempo que demanda asi que por aqui te sigo leyendo. un beso.

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